1ª vuelta al mundo [Día 24] La Paz
Valle de la Luna
Esta es la vista desde la ventana del hotel. Hoy, por sugerencia de Mermaid, decidimos ir al Valle de la Luna. La posada es familiar, y la madre amablemente nos dijo cómo llegar al Valle de la Luna, llamó a un taxi y explicó nuestra situación al conductor. Mermaid habla un poco de español, así que ella y su madre intercambiaron palabras. Yo no hablo ni una palabra de español, así que ella era muy fiable.
Llegamos al Valle de la Luna en unos 40 minutos. Efectivamente, es como el país de la luna, con una pared de roca estéril que se eleva. Hay una ruta y no me perdí. Pensé que se habían reproducido los cráteres de la superficie de la Luna, pero sólo era un valle estéril con superficies rocosas ásperas. Pero sólo era un valle estéril con superficies rocosas ásperas. Vi algunas cosas buenas. Miyazôn vino aquí en Itte Q, ¿verdad?
Tras dejar el Valle de la Luna, cogimos un autobús de vuelta a la ciudad para dar un paseo. Había varios edificios que parecían a punto de derrumbarse.
Ve al Restaurante Japones Ken-chan una vez más
Ayer fuimos a comer a Ken-chan. Pedí yakisoba. Mermaid pidió el menú de natto maki, ¿verdad? Estaba realmente delicioso.
Teleférico a la ciudad en la cima de la montaña
La ciudad de La Paz tiene forma de mortero y se puede subir en teleférico hasta la cazoleta. Tenía miedo porque había oído que no era seguro, pero decidí subir. Las vistas son estupendas. Cuando llegamos arriba, compramos unas bebidas en un supermercado. La sirena pagó en la caja, pero no tenía cambio. La sirena dijo: “No tengo cambio. Has sacado este billete, ¿no? Está mal, ¿no?”. Cuando le hablé en japonés, me entendió. El poder de negociación de la sirena más allá de las palabras es realmente asombroso.
Quería ver la vista nocturna, así que me quedé hasta el anochecer. Aquí también hay muchos perros. Y todos los perros son grandes y babeantes. No me mordieron ni saltaron encima, así que mientras los ignoré, no pasó nada especial.
mate de coca
De vuelta en la posada, tómate un descanso con una taza de té de coca. ¡Realmente sabroso!